A todo aquel que se ilusiona con cada historia que hace,
por el miedo a empezar, por el miedo a continuar, por el miedo.
Gracias.

jueves, 15 de abril de 2010

LA FELICIDAD, ES UN TRAYECTO ,NO UN DESTINO.



  Leedlo, reflexionar y comentadlo.

Un hombre de negocios de vacaciones, estaba en el muelle de un pueblecito caribeño cuando llegó un pequeño bote con un pescador.
Dentro del bote había varios peces de buen tamaño. El empresario elogió al  al pescador por la calidad del pescado y le preguntó si había tardado mucho en conseguir aquella pesca.
El pescador respondió que muy poco tiempo.
El empresario volvió a preguntar porqué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado.
El pescador le dijo que tenía suficiente para satisfacer las necesidades de su familia, a lo que el empresario volvió a preguntar ¿Y qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo, “duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hecho la siesta con mi señora María, voy por la noche al pueblo donde tomo  alguna copa y veo a mis amigos”, tengo una vida  “placentera y ocupada”.
El empresario le replicó, verá, buen hombre, yo podría ayudarle.
Debería emplear más tiempo en la pesca y con los ingresos de más, comprar un barco más grande, con los ingresos del barco más grande podría comprar varios barcos y eventualmente tendría una flota de barcos pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podría hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir su propia procesadora. Debería controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Debería salir de este pequeño pueblo e ir a la capital, donde manejaría su empresa en expansión.
El pescador entonces le preguntó, - ¿Pero, cuánto tiempo tardaría todo eso?
A lo cual el empresario respondió, “quizás entre 15 y 20 años”.
“¿Y luego qué?”
El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte. “Cuando llegase la hora podría vender las acciones de su empresa. Se volvería rico, tendrá muchos millones”.
“Ahhh, muchos millones…y: ¿luego qué?”
Dijo el empresario. “Con todo eso se puede retirar. Mudarse a un pueblecito en la costa donde podría dormir hasta tarde, pescar un poco, ocuparse de sus hijos, echarse la siesta con su mujer, acercare por las noches al pueblo para tomar algo y hablar con los amigos”.

El pescador respondió: “¡Y no es eso lo que tengo ya?”

La felicidad, es un trayecto, no un destino.

Anónimo.

2 comentarios:

  1. Hola Maria José bonita historia.
    La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos mal por aquello que no tenemos.
    Un beso.

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  2. Hola MªJosé me ha encantado el relato, la vida nos va enseñando ha disfrutar todo lo que tenemos, no solo lo material, lo más importante es la salud y el cariño de los que nos rodean, familia, amigos etc....y sobre todo sentirse bien con uno mismo, tener paz interior para transmitirla a los que estan cerca, si una persona es feliz hace feliz todo su entorno,
    Un beso.

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